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lunes, 9 de septiembre de 2013

Dormir tras el sexo: el gran problema

Un estudio, realizado por el neurocientífico francés Serge Stoleru, reveló que el cerebro masculino envía órdenes para anular todo deseo luego de llegar al orgasmo.

No es ni por desinterés ni por fatiga


La cama se agita cada vez más. Las embestidas pélvicas del varón van adquiriendo mayor intensidad. La mujer le pide no detener el ritmo. Él sabe que debe continuar para no defraudar a la otra parte: o sea concentración. La situación se hace insostenida y un aluvión seminal sella la faena. Llega la calma... Entonces mientras la dama recupera el aliento, oye unos ronquidos provenientes del otro lado de la cama. Él se ha quedado entregado a los brazos de Morfeo... ¿Desinterés? ¿Fatiga? Eso lo averiguaremos líneas abajo.
Si a usted le ha pasado eso, bueno, no se sienta mal o el más egoísta del género masculino, pues un estudio en Francia asegura que el cerebro de los hombres se encuentra programado para  anular cualquier sensación de deseo luego de mantener relaciones sexuales... y para rematarla, luego del acto se liberan dos sustancias químicas que induce al sueño del individuo.
¿Cómo se sabe esto? Pues el neurocientífico Serge Stoleru (seguro, uno de los tantos hartos de esos reclamos post-coitales) escaneó el cerebro de varios caballeros antes, durante y después de experimentar un orgasmo y descubrió que  la corteza cingulada y la amígdala –que se hallan en la parte interna de nuestro órgano pensante– ordenan al resto del cerebro para no sentir luego del momento de diversión.
Y es en ese momento que entran a tallar la oxitocina y la serotonina, las dos sustancias mencionadas líneas arriba. También las endorfinas y otras sustancias que se liberan al torrente sanguíneo después del orgasmo son las causantes del sueño que muchos hombres sienten después del sexo.
“Estos experimentos nos dan las primeras pistas sobre lo que sucede en el cerebro durante el orgasmo. Después de tener un orgasmo, los hombres por lo general experimentan un período refractario, por lo que no se pueden despertar”, explica Serge Stoleru.
El investigador señala que en las mujeres la situación es diferente: ellas no parecen tener dicho periodo refractario. Por tal razón, las damas pueden tener aún capacidad para un segundo round cuando sus parejas ya están roncando.
Al respecto, en una encuesta llevada a cabo en Europa entre 10 mil adultos puso de manifiesto que el 80% de los hombres se duermen profundamente tras practicar sexo, e incluso que un 48% admite que se ha quedado dormido alguna vez durante el acto.
Entonces, biológicamente el sueño es inevitable, por lo que se recomienda tener una plática ligera en la que se exprese lo bien que la pasaron. Si dormirse no es opcional, sería bueno preguntar a la pareja qué podría uno hacer para que ella se sienta considerada, aunque uno se duerma... y luego échese una pestañadita sin remordimientos. 
CLAVE 
Un estudio de la Universidad de Michigan y la Universidad de Albright, en Pensilvania, indicó que el hecho de quedarse dormido/a (sí, las mujeres también se duermen aunque en menor número) después del sexo es señal de que el amor es profundo.
Fuente: LaRepublica.pe
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